Conversaciones Improbables: Diego Regidor

Muchos pensáis que forman parte de Al Filo de lo Improbable y en cierto modo es así. Aunque la web la gestiona solamente el que os escribe ahora mismo, moralmente hay algunas personas que son parte de Al Filo de lo Improbable, ya que muchos planes y rutas han sido realizadas con ellos.

Sin lugar a dudas una de esas personas es Diego Regidor, un montañero incansable y amante de las montañas que le rodean, gran conocedor del la cordillera cantábrica por la parte de Euskadi y Castilla y León. Y por suerte para mi, uno de mis fieles compañeros de cordada.

Lo primero que se me viene a la mente es libertad.

En estas ocasiones se suele tirar de tópicos tipo, me aporta el aire, me da la vida, ganas de vivir etc., Sería hipócrita si te dijera eso, me lo aporta mi pareja, la familia y amigos, ellos son mis pilares para empezar a construir.

Pero respondiendo a tu pregunta, muchas cosas son las que me aporta la montaña, más allá del esfuerzo físico y la técnica que requiera; cultura, tradiciones, geografía, topografía, meteorología, amistades, y el único escenario en donde desconecto realmente de la rutina, problemas…, cuanto más afilada sea la arista o el paso, más desconecto.

¿Cuál es tu montaña preferida? ¿Y por qué?

No tengo una montaña preferida, no soy dado a venerar montañas ni personas, unas atraen más que otras, todo depende del espacio lugar y tiempo.

¿Cuáles fueron tus inicios en la montaña?

Pues en casa siempre recordamos aquellos años, cuando tenía 7 u 8 años iba a menudo con mis tíos y mi padre, los sábados o domingos.

Siempre preguntaba ¿Cuánto queda? y siempre obtenía la misma respuesta no importa tu sigue y no me llevaban más que a tachuelas que entonces me parecían murallas infranqueables, pero siempre había algún aliciente, sino era la nieve, era el musgo para el belén y sino eran endrinas, era la misión de coger un saltamontes o coger castañas y echarlas al fuego para ver como explotaban algunas. Hoy en día eso es impensable.

¿Cuál ha sido el momento más emocionante en la montaña? ¿Y el peor?

Pues hay muchos pero no se me viene ninguno especialmente a la mente; casi recuerdo con más emoción ciertos pasajes, pasos o complicaciones solventadas con éxito, pero si recuerdo con mucho cariño la ascensión al Pico Espiguete, aunque es solo un ejemplo, hay muchos más. Después, cuando estoy de vuelta en casa, es casi es cuando más me emociono, analizas y te das cuenta de lo vivido hace unas horas.

De los peores siempre hay un hueco también en el recuerdo, más que nada porque hay pensar en ellos, analizar y ver los porqués y corregirlos. Dos son los que siempre están en la mente, aquella caída en hielo por la ladera sur de Tres Mares, y la caótica ascensión a Peñalara en Guadarrama donde una tormenta de granizo nos puso a prueba, creo que ambas las recuerdas también ¿verdad? jajaja

Si esas dos están siempre en el recuerdo. ¿Sueles ir solo a la montaña? ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene?

Si tanto o más que acompañado, al final todos tenemos unos horarios y unos turnos de trabajo y en ocasiones es complicado coincidir con tus pares,  y más complicado me resulta resignarme y quedarme quieto en casa.

Siempre ha habido compañeros diferentes de viaje pero siempre han resultado ser flor de un día, o directamente decidir ser la primera y la última vez.  Cuando ya la tienes o has tenido, es complicado encontrar esa persona con la que tienes tal complicidad o te complementas tan bien, que con solo un gesto una mirada es suficiente para seguir hacia adelante en situaciones complicadas.

Pero bueno me he labrado parte de mi experiencia de esa manera, se que no es lo recomendable, y para ciertas actividades es necesario ir por lo menos con un segundo. Conozco y evalúo los riesgos, intento ser preventivo, y  esto siempre me ha ayudado a no arrugarme, a probar cosas nuevas, a no tener miedo, pero si mucho respeto.

Por otra parte, nadie me condiciona en tema de horarios, recorridos, cambios de planes a la marcha, etc., no obstante siempre estoy abierto y deseando coincidir con mis socios, y gente nueva también, con ellos suele salir todo rodado, no soy muy amigo de ir en grupos numerosos, se pierde tiempo y eficacia.

¿Tienes algún objetivo cercano que centre tus expectativas actuales? ¿Y algún objetivo inalcanzable?

Siempre hay objetivos e inquietudes nuevas, y además muchas, el primero es seguir formándome con ganas e invirtiendo horas y dedicación. Seguir adquiriendo conocimientos necesarios para poder realizar esos objetivos, madurarlos bien, y cuando llegue el momento ir a por ellos. Siempre hay en la mente nuevas montañas, accesos nuevos, pasos complicados…, en unas condiciones u otras, por poner un ejemplo, la arista occidental de Palomares, pero tampoco lo fijo como un objetivo que me pueda llevar después a una decepción, me lo intento plantear con paciencia y sin obsesionarme.

Objetivos inalcanzables…no hay nada inalcanzable; con dedicación y ganas creo que se puede llegar a lo que uno desee, otra cosa es hasta qué punto puede estar uno dispuesto a invertir tiempo y dinero teniendo en cuenta que no vives de esto y hay que mantener un equilibrio ya que por detrás tienes una familia y trabajo, para los que tienes que estar disponibles si o si; entonces la ecuación es complicada a veces.

¿Hay alguna persona en el ámbito de la montaña que sea tu referente?

Pues a nivel de élite no tengo ningún referente, todos sabemos de las hazañas de grandes alpinistas, pero no venero a ninguno, juegan en ligas diferentes.

En cambio a mi nivel mi tío ha sido y es una persona que desde hace más de 40 años lleva pateando y en la que siempre me he apoyado, en la que me he fijado y me ha dado valiosos consejos más por viejo que por sabio.

¿De media cuantas salidas haces al mes? ¿Qué zona sueles frecuentar más?

Pues si las circunstancias lo permiten entre 5-6  salidas al mes, sirven para saciarme, con exigencias diferentes, hay días que uno está más o menos motivado, o físicamente mejor o peor, porque además hay que seguir atendiendo el resto de actividades de ocio, salir con los amigos… Pero siempre con la idea de cumplir con unos mínimos.

Lógicamente, por la situación geográfica, al cabo del año la zona más peinada es todo el perímetro de la provincia de Álava, y no cabe de duda que Sierra Cantabria me resulta la zona más atractiva, y a la que recurro cuando los planes se tuercen, o no hay ganas de pensar.

Además suelo escaparme siempre que puedo a zonas montañosas de Burgos, Merindades, y sobre todo más la zona límite con la vertiente cantábrica me suele atraer mucho, Fuentes Carrionas es una zona que me encanta y que tengo al alcance siempre que voy al pueblo, y luego siempre hay tiempo para escapar a la Demanda, Picos, Cantabria, zonas más representativas de otros territorios y lo que vaya saliendo.

¿Qué imagen percibes que tiene la gente de ti cuando les hablas de tu afición a la montaña?

Pues si te digo verdad, por norma general, (hay casos que no) evidentemente, extrañeza puede ser la palabra, un diferente que se sale de la vía normal. También indiferencia cuando hay que valorar la actividad realizada, muchas veces fruto del desconocimiento o simplemente por orgullo, al final cuando ven que un lunes o un martes cualquiera del año apareces en la cima de algún pico, al filo de una arista o colgado como un chorizo de cualquier vertical y demuestras hasta donde puedes llegar, hay gente a la que le cuesta digerirlo. Y eso es lo que más me pone.

Cuando percibes esas sensaciones con el tiempo intentas aprender a no contar demasiado sino me preguntan para no aburrir; y seguramente también porque no cumplo con ese perfil estándar habitual, prefiero el camino difícil. No me gusta perder mucho el tiempo en playas paradisíacas, ni hoteles con grandes alardes, intento evitar las modas, aglomeraciones y lugares masificados. Prefiero invertir mi tiempo en actividades mas dinámicas, irme al pueblo a desconectar, y recorrer y hacer turismo por zonas quizá menos atractivas, sin tener que desplazarme a miles de kilómetros, satisfaciendo  mis inquietudes  sin necesidad de perder prestaciones; viviendo experiencias enriquecedoras y descubriendo rincones, parajes y escenarios realmente mágicos y desconocidos, en muchas ocasiones en distancias relativamente cercanas.

De toda la gente que me conoce posiblemente eres el que mejor me conoce en el ámbito de la montaña. ¿Qué pros y contras hay en que sea tu compañero de cordada?

¡El único contra que veo es que no me das las fotos a tiempo! Antes he hablado de complicidad, solidaridad, de gestos, de miradas… (no te emociones eh, jaja). Creo y lo sabes, que esas cualidades son las que más relucen cuando estamos metidos por ahí en jaleos, y además se produce un efecto que es importante, porque somos personas diferentes con estilos diferentes, lo que a mi me hace falta o donde flaqueo o fallo más es donde tu complementas con tus prestaciones y viceversa, donde a ti te hace falta un nudo o asegurar un paso tu me lo localizas en el mapa o en el GPS, por poner un ejemplo; o donde yo me lanzo  tu pones la pausa, y mil ejemplos más, que no están exentas de discusiones, pero siempre son para construir, en definitiva, creo que siempre te tendría en mi cordada, un buen compañero, y buen amigo fuera y dentro de la montaña.

Dame un momento…(menos mal que no es en vídeo la entrevista) 

Vamos a entrar en temas candentes. ¿Qué opinas de la actual moda que hay en la sociedad de ir a la montaña (muchos de ellos sin preparación y sin conocer siquiera la ruta)?

Desde la barra del bar, salen las rutas a la primera jajaj.

De todas formas, no se si existe esa moda como tal, o es algo que nos intentan vender. Al final cuando estás en la montaña tampoco se ve a tanta gente como dicen. Creo que en muchas ocasiones la gente prueba, va una o dos veces, y la llama se apaga.

Después hay muchos casos de soberbia desmedida y quizá es ahí cuando se pierde la concentración y el respeto a la montaña, se la infravalora y se producen incidentes. Como digo yo: La montaña emite música. Sino la oyes, no puedes bailar con ella.

Y creo que todo no vale para ir a la montaña, veo gente físicamente preparada, pero cuando miran hacia arriba y ven lo que queda, un paso IV o III, una senda poco marcada sin hitos o no diferencian un largo de un corto recorrido, mentalmente se vienen abajo. He visto muchas veces gente pidiendo indicaciones con el GPS en la mano, luego esto indica que un GPS tampoco te da la solución sino conoces y no estas habituado al medio, antes de ir a un tresmil hay que trillarse y enmarronarse en muchos miles y dosmiles. El que está habituado enseguida deduce, por experiencia o por lo que sea, la senda buena. Y casi desde el coche ya ve por donde van los tiros y en qué punto del cordal esta la salida.

Por otra parte veo muchos desajustes horarios, muy tardíos generalmente, y veo mucha equipación, cara y mal gestionada en muchas ocasiones, por poner un ejemplo y no entrar demasiado un tema que es muy extenso, creo que si tus primeras veces que vas al monte, vas a un tresmil a calzarte por primera vez unos crampones, no es una buena gestión.

Por Conversaciones Improbables han pasado eminencias de varios ámbitos, con esta cercana entrevista, es con la que más he disfrutado. Gracias por estar hoy entre nosotros.

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