INTRODUCCIÓN
La sierra de Kodes, muralla natural entre Álava y Navarra, se encuentra defendida por una de las cimas mas elevadas de la provincia, Ioar, cima coronada por un repetidor como tantas otras del País Vasco que afea la imagen de dicha cima, pero la cual dispone de rutas de gran interés paisajístico, como la senda de los Penitentes. La sierra posee diversos encantos como los bosques en la vertiente norte o los penitentes en la vertiente sur, sin olvidarnos del barranco de la Dormida, situada al norte de la cumbre de Costalera.
El punto de salida es uno de los dos importantes santuarios de la sierra, se trata del Santuario de Codés (el otro es el de Ibernalo), cercano a la población de Torralba del Río, edificación de estilo barroco, construido entre los siglos XVI y XVII, actualmente cuenta aparte del recinto religioso con una hospedería para dar cobijo a los peregrinos que por allí se dejan caer.
PLANO DE LA RUTA
La ruta del mapa es realizada por otro usuario, ya que por aquel entonces no grabábamos las rutas.
- Fecha: 20-02-2013
- Lugar de salida: Santuario de Kodes (Torralba del Rio) – 814 m
- Duración (con paradas y comida): 6 horas, 5 minutos
- Distancia recorrida: 17.4 Km
- Montañeros: 2
- Cimas: Ioar (1419 m), La Plana (1337 m), Costalera (1234 m), San Cristobal (1245m), Peña Redonda (1207 m) y Costalera Occidental (1228 m)
- Condiciones Meteorológicas: Comenzamos el día con viento frío pero la ruta nos da cobijo, la cima del Ioar estaba cubierta por las nubes, el viento no se aleja de nosotros en toda la ruta, sobre todo en las lomas peladas.
DESCRIPCIÓN DEL ITINERARIO
Comenzamos la ruta desde el Santuario de Codés, dejando este a la derecha y siguiendo el camino (nosotros nos desviamos por otro camino y bosquejeamos hasta salir de nuevo al camino principal.
El camino pierde altura para bordear por la base la primera peña del valle de los penitentes. Una vez sobrepasada esta peña dejamos la pista ancha y giramos a la derecha adentrándonos en la Senda de los Penitentes el cual discurre entre peñas afiladas, la cuales forman un corredor o pedregal por el que sorteando las piedras y los obstáculos que se pongan a nuestro paso, ganamos altura rápidamente para, tras bordear uno de las peñas por la izquierda y salir del corredor, giramos a mano derecha y seguimos subiendo bajo la cima Pico Royo, hasta llegar al collado formado por esta cima y el Ioar.
Del collado a la cima hay una ascensión fácil pero que debido a la capa de nieve que había ese día, tuvimos que bordear hasta la cresta que hace de limite con el hayedo anterior a la cima (el cual es necesario atravesar en la ruta desde Santa Cruz de Campezo), debido a que las rocas carecen de nieve podemos subir fácilmente hasta la “planicie” que existe en al cima.
Esta vez el objetivo es La Plana, así que nos disponemos a bajar hasta el collado que comparten estas dos cimas. En un primer momento utilizamos la cresta por la que hemos subido para evitar la nieve y así avanzar a mayor velocidad, pero la cresta cada vez es más escarpada así que optamos por destrepar hasta el hayedo y bajar por el hasta el collado. La capa de nieve (que en ocasiones llega hasta la cintura) nos dificulta mucho el descenso, pero con paciencia y ganas conseguimos llegar al collado y por un camino bien marcado por mojones y marcas azules ascendemos hacia La Plana.
Hay diversas maneras de llegar a la cima pero nosotros optamos por subir directamente hasta la cota superior y crestear lo que resta hasta la cima. La cresta resta credibilidad al nombre de la cima hasta que llegas al buzón y ves la extensión que abarca. Paramos para coger fuerzas y alimentarnos, mientras decidimos si seguimos la ruta hasta Costalera o volvemos al coche.
Al final decisión unánime de seguir (pronto nos arrepentiremos), y optamos por “lomear” la parte mas alta del recorrido y ascendemos por el camino San Cristobal y Peña redonda (dos cimas sin pena ni gloria que forman parte del GR-1), el cual coincide con el GR-1, dicha ruta es fácil pero debido al esfuerzo antes realizado y a la nieve que mina las fuerzas de manera extrema, llegamos a los pies de la cima de Costalera Occidental, al portillo de Nazar, hechos polvo. Pero como nuestro orgullo puede más que el cansancio y la cima esta mas cercana que el coche, decidimos abordar el reto y conquistar la cima del Costalera.
Desde el collado al que llegamos gracias a la GR-1 partimos por una senda cerrada por boj y desde la cual comenzamos a ver la ruta señalada, sin perdida (ya que esta completamente señalado cada desvío que hay que tomar, subimos al Costalera Occidental desde el cual vemos el propio Costalera y la Cresta que debemos sortear para llegar a el.
Desde este punto aconsejo guardar los bastones y aprovechar el agarre de las manos tanto en piedras como en los arbustos de boj, ya que hay algún paso complicado pero que con tranquilidad se logra sortear.
Bordeamos la cresta principal y subimos por el lado contrario al que hemos venido, pasando por una gran chimenea y haciendo una pequeña trepada final.
“Solo queda volver”, eso es lo que pensamos y que nos desmoralizo… Menuda vuelta, hay que llegar por el camino que hemos venido al Costalera hasta el collado entre Ioar y La Plana. Debido a la distancia recorrida y a que la nieve duplicaba el esfuerzo realizado, llegamos sin fuerzas al collado y tras un pequeño descanso y ultimar los alimentos que teníamos comenzamos la bajada hacia el Santuario por el GR-1, que en un comienzo la bajada estaba formada por la nieve que en puntos llegaba hasta la cintura y de normal hasta la rodilla y una vez descendimos en cota y llegamos a la zona arbolada, la nieve se compaginaba con la tierra embarrada y un riachuelo formado por el deshielo.
Bajamos a la velocidad que nos daban las piernas con unas ganas inmensas de ver el coche, hasta qeu oteamos unas bordas situadas en las cercanías del Santuario y nos dimos cuenta de que ya habíamos acabado.
GALERIA
CONCLUSIONES
De todas las situaciones se aprende algo nuevo y de esta no iba a ser menos, fue todo bien hasta La Plana, llevábamos buen ritmo y el tiempo ni mejoraba ni empeoraba, debíamos haber vuelto al Santuario, pero las ganas y la ambición pudieron con nosotros y como el objetivo estaba a la vista, nos llamo la atención, así que nos encaminamos a su conquista… ¡Error!
No nos dimos cuenta de que las distancias en el monte engañan, que lo que parece cercano es lejano y lo que parece lejano, ciertamente es aun mas lejano. Nos sobró el camino a partir de coronar La Plana, pero aprendimos que aunque el cuerpo este cansado y las fuerzas disminuyan hasta limites extremos, el cuerpo resiste y lo que es necesario es que la mente no desfallezca. Un simple descanso y un poco de alimentación reactivan cuerpo y mente, y dan fuerzas para seguir adelante.
Aun así esa forma de caminar, sin ganas y sin sentido, siguiendo la ruta, sin disfrutar de las vistas, de la compañía y con un solo objetivo: Acabar, no es ni de lejos la forma idónea de montañismo, sirve para situaciones en las que te marcas un objetivo, te impones un reto y quieres acabar si o si, poner “piñón fijo” y sin pensarlo lo realizas, pero no disfrutas y en mi opinión no merece la pena.
En una actividad, en un entorno en el que la mayor sensación que debes de sentir es la libertad y la única sensación que sientes es la impotencia, algo hay que cambiar.
NOTA: Solo con ver que desde cierto punto de la ruta no hice fotos, se ve lo poco que disfrutaba del momento.
ENLACES
Mendikat: Ioar, La Plana, Costalera occidental, Costalera, San Cristobal, Puntarredonda