Terra Galiza: Fervenzas do Curantes

En Galicia existen gran cantidad de ríos y arroyos, muchos de ellos con zonas de cascadas (en gallego Fervenza) o saltos. Como en todos los sitios, hay zonas extremadamente turísticas (Praia das Catedrais) y otras que prácticamente no se conocen aun teniendo una belleza impresionante.

Hoy visitamos un caso del segundo grupo, situado en la aldea de Callobre, en el concello de A Estrada, provincia de Pontevedra, ahí encontraremos el río Curantes, afluente del río Liñares, que cuenta con multitud de saltos y antiguos molinos. Hasta hace poco totalmente desconocida (excepto para los habitantes del lugar) actualmente el ayuntamiento esta implicándose en la mejora de la zona para atraer turismo.

Podemos dejar el coche junto a una carpintería que se encuentran en la parte alta de la ruta, en Cimadevila. Desde aquí, tomamos la pista que desciende de forma rectilínea, dejando un cruce que sale a la derecha (el cual tomaremos más adelante).

Seguimos por la pista hasta encontrar un desvío a la izquierda, donde se sitúa un panel de madera, que parece que albergará información de la zona.

Deberemos ascender y cruzar varios pasos acondicionados con pequeños puentes y pasamanos, hasta llegar a un segundo molino, esta vez de menor magnitud. Lo podremos visitar pero con mucho cuidado ya que tiene un estado bastante ruinoso.

La senda continúa a la derecha del molino siguiendo el río. Tras un rato encontramos un puente de madera que vuelve a cruzar el río y que se asienta sobre el tronco de un árbol horizontal (antiguamente había que cruzar ese árbol para ver el salto y era resbaladizo y peligroso).

Una vez al otro lado del río giramos a la izquierda sorteando una serie de piedras hasta llegar a la parte superior de la Fervenza de Valiñas, donde podremos asomarnos ayudándonos de una barandilla.

Regresaremos por el mismo sitio, hasta llegar a la pista principal, junto al panel de madera, tomaremos en sentido ascendente y nos desviaremos en el primer cruce a la izquierda, tomando todos los giros o desvíos (en total tres) a la izquierda.

Seguiremos por la pista hasta llegar a un canal de molino, escondido a nuestra izquierda. Debemos de guiarnos por el sonido del agua cayendo.

Ayudándonos del muro del canal, lo recorremos hasta el final, donde deberemos de saltar al otro lado (suele haber un tronco inestable para ayudarnos). Una vez resuelto este paso, seguiremos por una senda al borde del río hasta llegar a la parte inferior de la Fervenza de Valiña, un salto de unos 10 metros.