Reflexiones: Cuotas en la montaña

Para muchos de nosotros, posiblemente para todos los que practicamos montañismos, la montaña significa libertad. Por eso cuando salen noticias como las de restringir el Mont Blanc o el Aneto hay que reflexionar sobre el tema.

Hoy daremos una vuelta a este tema de actualidad, Cuotas en la montaña.

Está claro que la montaña está de moda, hemos visto un crecimiento exponencial en los últimos años y normalmente la mayoría de personas deciden realizar las rutas más conocidas de las montañas míticas.

En una mayor escala lo encontramos en las expediciones que se realizan al Himalaya donde la masificación ha convertido a la montaña en un simple negocio.

Ese mismo efecto de atracción lo sufren las montañas más conocidas de cada lugar y cuando dichas montañas transcienden del conocimiento local, comienzan a sufrir la atracción de gran cantidad de personas.

Hace poco comenzamos a oír noticias de que Jean-Marc Peillex, alcalde de Saint-Gervais, ha decidido (junto a otras autoridades locales) que en 2019 se fijará una cantidad de permisos máxima diaria para ascender al Mont Blanc en los meses de verano.

Este filtro, llega de la mano de la obligatoriedad de reservar en un refugio, por lo que implica un coste intrínseco a la subida. Se supone que el objetivo es regular las ascensiones, pero estamos hablando de que según este permiso unas 20000 personas estarán obligadas a pagar un refugio para subir al Mont Blanc.

A raíz de estas noticias, desde el territorio pirenaico, han llegado otras noticias similares. Esta vez de parte del alcalde de Benasque con la ascensión al Aneto, que ha pedido que se regule. Con estas noticias sobre la mesa, queda el debate abierto para reflexionar.

Personalmente, los que me conocéis lo sabéis, prefiero ir a lugares donde no me encuentre con mucha gente y en la mayoría de montañas sucede eso, incluso en las más conocidas si evitas las fechas estivales y festivos, puede que no te encuentres con demasiada gente.

En cuanto a la regulación de rutas masificadas, estoy totalmente en contra de cobrar a la gente por subir a la montaña, ya que siento que lo que para mí es una filosofía no tiene que ser un negocio para los demás.

Fuera del tema monetario, creo que la regulación puede ser beneficiosa para el entorno y los montañeros que asciendan. Estamos hablando de alta montaña y gran cantidad de personas que ascienden todos los días a estas cimas lo hacen solo por turismo, sin respetar y sin experiencia suficiente si todo se tuerce.

Concluyendo, matizando los términos de la regulación para favorecer a la montaña y la naturaleza, en vez de pensar en sacar rendimiento económico del asunto creo que sería un gran paso para quitar la masificación a las mismas. De hecho favorecería el que se realizasen ascensiones a las diversas montañas que hay por la zona de esos grandes titanes que todo el mundo quiere ascender.


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