
INTRODUCCIÓN
Tras ascender ese mismo día las Tres Marías, me acerqué al embalse de Porma con intención de hacer vivac en sus orillas y al día siguiente ascender a Peña Armada o Peñamián. Pero tras buscar en la zona, ningún lugar me convenció.
Sin plan aparente comencé a ascender Peña Armada, y a contrarreloj del atardecer y sin ver ningún sitio factible ascendí hasta la cima para pasar una noche increíble en un vivac en solitario en Peñamián.
MAPA
DISTANCIA
4,7 km
DESNIVEL
445,5 m.
DIFICULTAD
IBP: 58
DURACIÓN
1h 22 min
LUGAR DE SALIDA
LE331 – 1100 m
CIMAS
Peñamián – 1466 m.
CLIMA
Sol y calor
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO

Al igual que con el embalse de Riaño, el embalse de Vegamián o Porma se construyó en contra de la población local cambiando radicalmente la vida de la gente de la zona y destruyendo completamente todo lo que conocían. Cicatrices que llegan hasta nuestros días, por lo que, aunque debemos disfrutar y aprovechar lo que tenemos hoy en día, no debemos olvidar el pasado.
Dejamos el coche en una curva de la LE331, justo en el antiguo trazado de la carretera. Desde este punto y con cuidado, transitamos por la carretera en dirección a la Puebla de Lillo o Peña Armada.
Justo antes de la primera curva abandonamos la carretera adentrándonos en unas praderas a través de una puerta en la alambrada.

Tomamos el punto más alto de la pradera y rápidamente llegaremos al robledal, la traza deja el cordal y va por la ladera derecha ascendiendo suavemente. Bajo el marojal ascendemos hasta toparnos en lo alto de la loma con una mancha de piorno.

Será complicado acceder a esta zona arbustiva si nos hemos desviado de la traza, pero una vez en la zona lomera iremos alternando piornal con praderas.
La pradera de Peña de la Vega nos permite vislumbrar la pared oriental de Peña Armada completa. Justo en la parte baja de la pared a la derecha otearemos una pedrera y un tronco pelado de árbol, ese es nuestro objetivo.
Para ello descendemos internándonos en el marojal de nuevo y buscando la traza según los hitos para que salen y entran entre bosques y claros. Uno de esos claros es la pedrera bajo Peñamián.
La cruzaremos en diagonal ascendente hacia la izquierda y una vez estamos en la base rocosa llaneamos para situarnos en la ladera sur de la peña.
Manteniéndonos en la base de las paredes rocosas, iremos buscando un hito en que nos marca el acceso más asequible a la canal de subida.

Aunque el primer tramo de la subida parece bastante complicado ya que los troncos de los árboles y las trepadas nos dificultan el paso. Hay una subida en la que siguiendo todo momento los hitos iremos progresando.
Es un tramo con mucha pendiente y tierra-piedra suelta, por lo que tendremos cuidado de los posibles resbalones. Este tramo nos da acceso al último tramo una breve canal que hay que realizar una trepada sin muchos agarres pero con apoyos asegurados.



Tras la canal llegamos a la cresta de Peña Armada, para acceder a la cima debemos seguir el cordal de la cresta por la zona más amable a veces descendiendo algún metro fuera de la misma, pero nunca abandonándola.
Llegamos a la cima sin desvíos, donde nos espera un hito y sobre todo unas vistas increíbles a múltiples cimas cercanas, donde destaca el Susarón.



La cima toma dos nombres principalmente, ambos nos recuerdan el pasado de esta cima. Ya que Peñamián deriva del Vegamián y Peña Armada deriva de Armada. Ambos pueblos fueron anegados en 1968 junto con otros tantos pueblos que desaparecieron bajo las aguas. Eso convirtió a Peñamián en una península en mitad del embalse de Porma.
En la panorámica a parte del Susarón, identificamos las cimas de Mampodre, o Peñas Pintas.

En mi caso elegí un pequeño vivac natural para hacer un vivac en solitario en esta cima, era la primera vez que realizaba en solitario y fue una experiencia única. No esperaba que fuese en la cima y la verdad que me encantó. Ver atardecer, las estrellas, alguna Perseida y el amanecer fue indescriptible.

Al día siguiente ya sin prisa, comencé el descenso por el mismo lugar de subida, el descenso por la canal y el tramo hasta la base es donde más cuidado hay que tener, sobre todo con desorientarse y los resbalones.
ITINERARIO FOTOGRÁFICO








CONCLUSIONES
Es una ruta corta pero intensa ya que en menos de un kilómetro ascendemos más de 400 metros.
Lo más difícil de esta ruta es encontrar bien la traza de la senda entre tanta vegetación, ayuda mucho orientarse bien hacia la montaña.
Por otro lado la subida por la canal no es difícil pero si que aumenta el nivel de exigencia que haya tantos árboles y arbustos.
ENLACES
Track: Wikiloc
Mendikat: Peñamian
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