Diariamente nos fijamos en el cielo para hacer planes o trabajar. La meteorología influye en gran medida en nuestras vidas, ya que tomamos decisiones basadas en su situación.
Actualmente tenemos muchas opciones para aprender o visualizar los datos del tiempo, Divulgameteo un proyecto de Jose Miguel Viñas es una de esas opciones. ¿Vemos que tiempo nos espera con Divulgameteo?
5 Imprescindibles |
Lugar: Asturias |
Película: La Gran Evasión |
Libro: El alma de la noche |
Alguien: Jules Verne |
Montaña: Teide |
Divulgameteo inició su andadura el 20 de abril de 2008 y aparte de servir para dar a conocer mi labor divulgadora en el campo de la Meteorología, mi mayor empeño ha sido el convertirlo en un portal de referencia en español de contenidos de Meteorología.
No solo me importa la cantidad sino la calidad de cada cosa que alojo en la página. En la actualidad hay del orden de 2.000 artículos disponibles entre las diferentes secciones. El buscador de la página principal permite localizar con rapidez cualquier contenido, sin más que introduciendo palabras clave, de manera similar a como funciona Google. También cuido bastante la estética de la página, para que resulte atractiva a todo aquel que se adentre en ella. Para ello, invierto bastante tiempo en localizar el material gráfico que acompaña las distintas informaciones.
¿Cuál es su fenómeno meteorológico preferido? ¿Y por qué?
Me atraen mucho las tormentas, particularmente las que no son ordinarias, cuya belleza estética compite con su peligrosidad. Siento también una especial predilección por los fenómenos ópticos que tienen lugar en la atmósfera. Dan mucho juego para explicar cosas de física, lo mismo que las nubes, que son otra de mis grandes pasiones.
Mucha gente ve una predicción meteorológica y la toma como una ciencia exacta e inequívoca y cuando llega el día y no hace lo previsto echa toda la culpa a los servicios de meteorología. ¿Cómo debemos tomar las predicciones como usuarios?
Hay que ir haciendo entender a la sociedad el concepto de probabilidad asociado a cualquier predicción meteorológica. La gente se ha acostumbrado al mensaje categórico (lloverá / no lloverá), pero las cosas no son así. Cualquier pronóstico lleva asociada una probabilidad de ocurrencia, que afortunadamente ahora podemos cuantificar.
Esta información es la verdad científica y es lo que los comunicadores del tiempo debemos de ir transmitiendo al público, cosa que hasta ahora apenas se ha hecho. El principal reto que tiene la comunicación meteorológica es el de la predicción probabilística. Hay mucha información de gran utilidad que no se está transmitiendo a la sociedad. Esto tiene que empezar a cambiar.
La duplicidad de servicios y entidades meteorológicos a nivel estatal ¿es un caso beneficioso de cara a los usuarios o es duplicidad de servicios sin beneficio alguno?
La duplicidad es algo que debería evitarse. Tal y como ha ido desarrollándose la Meteorología, la tendencia es justamente la contraria. A nivel europeo, en el futuro perderá sentido incluso que cada país tenga su propio servicio meteorológico, no digamos ya a nivel autonómico. Sí que tendrán cabida los meteorólogos especializados en algún asunto en particular, pero irá perdiendo cada vez más sentido lo que hoy en día siguen defendiendo algunos, y es que nadie sabe tanto del comportamiento meteorológico y climatológico de un sitio como el que vive allí mismo.
Actualmente las nuevas tecnologías nos permiten tener a nuestra disposición gran cantidad de información meteorológica en múltiples aplicaciones, webs o medios. ¿Cómo ha cambiado el acceso a dicha información por los usuarios?
Esta ha sido la última gran revolución de la meteorología: El acceso universal a la información. Hoy en día, cualquier persona puede obtener a través de su teléfono móvil casi lo mismo que un meteorólogo profesional o un hombre del tiempo. Eso, en principio, es un gran avance, aunque también se corre el riesgo de perderse entre tanta información y no tener criterios objetivos sobre la calidad de los diferentes productos disponibles. Muchos de ellos llegan más al gran público gracias a su vistosa parte gráfica o a una fácil navegación, pero esto a veces enmascara productos no de tanta calidad como otros que no se presentan de forma tan atractiva.
Otra ventaja del acceso de los usuarios y aficionados a las redes sociales es que generan mucha información gráfica (fotos y vídeos) de fenómenos meteorológicos ¿A qué nivel ayuda a mejorar e identificar eventos meteorológicos?
La parte gráfica es un interesante complemento al seguimiento de una determinada situación meteorológica. Ahora es relativamente común compartir fotografías o videos de mangas marinas, intensas granizadas o trombas de agua, que permiten saber en tiempo casi real, donde está produciéndose un fenómeno violento, asociado normalmente a sistemas tormentosos multicelulares o supercelulares, generadores de tiempo adverso. Me consta que algunas de estas imágenes son utilizadas por los propios predictores como fuente de información complementaria a los datos en tiempo real a los que tienes acceso, como las imágenes de radar o los registros de las estaciones meteorológicas automáticas. También se utilizan con frecuencia esas imágenes para ilustrar algunas notas técnicas y artículos publicados a posteriori, donde se describe la citada situación meteorológica, cosa que suele hacer cuando estamos ante situaciones excepcionales de carácter catastrófico.
Quería comentarte una reflexión de un compañero aficionado a la meteorología, Arabamet:
“Parece mentira que a día de hoy haya tantos fenómenos impredecibles, sin irse a extremos de tornados, hablando de nevadas sorpresa, granizadas (difíciles de prever con exactitud). Lo que conlleva que siga siendo emocionante y motivador que aún no se pueda controlar ni predecir la naturaleza.”
Los factores de escala, tanto espacial como temporal, siempre supondrán una limitación al pronóstico. Todavía hay margen de mejora (ganar en precisión), pero hemos de ser siempre conscientes de las limitaciones de cualquier predicción meteorológica, particularmente de fenómenos de pequeña escala. Un tornado en el mejor de los casos tiene unos cuantos centenares de metros de diámetro, mientras que los modelos meteorológicos de mayor resolución con los que trabajamos hoy en día tienen un tamaño de malla de entre 2 y 3 kilómetros.
Se nos siguen escapando cosas, a pesar del salto cualitativo que ha dado la monitorización de la atmósfera, gracias a los satélites y radares, paralelamente a la capacidad de cálculo de los superordenadores. Los avances han sido espectaculares en las últimas dos décadas, pero todavía queda bastante para que no tengan lugar las “sorpresas meteorológicas” que apuntaba Arabamet.
Los montañeros vivimos muchos fenómenos meteorológicos, tanto buenos para nuestra actividad como malos. Aunque veamos el pronóstico meteorológico diario puede que no acierte para la zona en la que realicemos ¿Cree que los casos de meteorólogos locales, aunque sean aficionados, conocedores de la orografía de la zona puede mejorar nuestra experiencia?
Está claro que la gente que conoce a fondo una zona, en este caso de montaña, puede ofrecer un valor añadido al que no llega la información meteorológica disponible por los canales habituales. Un guía de montaña local o un guarda forestal sabe que cuando se prevén tormentas en la zona en qué lugares puede haber problemas, pues se conoce a pies juntillas el terreno, aparte de que ha vivido situaciones parecidas en muchas ocasiones.
Si, además, esa persona tiene unos conocimientos básicos de Meteorología (por ejemplo de análisis y predicción) sus comentarios no estarán basados sólo en el puro empirismo, sino que serán fruto de la combinación experiencia-base científica.
En una entrevista sobre el clima y la meteorología no podía faltar el tema del cambio climático. ¿La situación actual de veranos más calurosos y secos con mayor posibilidad de incendios es consecuencia de ello?
Ya no hay dudas sobre esto. Las evidencias científicas son muy claras. Están empezando a hacerse estudios de atribuciones del cambio climático. Por ejemplo, al hilo de la extraordinaria ola de calor del pasado mes de junio, uno de esos estudios llegó a la conclusión que en España esas olas de calor son ahora 10 veces más frecuentes que cuando no había cambio climático. El tiempo veraniego (de altas temperaturas) ya hace tiempo que no se limita a los meses de verano (junio-julio-agosto). Cada vez es más habitual tener episodios de calor en primavera y en otoño. La suavidad de los inviernos (salvo algún corto período de frío extremo) es también algo que se está imponiendo.
Estos cambios no sólo se están detectando en nuestro país, sino en otros muchos lugares del mundo. El calentamiento global está en marcha, y todo apunta a que irá a más en las próximas décadas. Depende en parte de nosotros que no lleguemos a los peores escenarios que plantean las proyecciones climáticas, en cuyo caso no tendremos nada fácil adaptarnos a ese mundo hipotético extremadamente cálido.
¿Hacia dónde va el mundo de la meteorología? ¿Qué nos espera en el futuro?
El desarrollo de la Meteorología ha ido paralelo a nuestro desarrollo tecnológico, en particular el de los ordenadores. Cuanta mayor capacidad de computación tengamos, más información (datos) del sistema terrestre seremos capaces de procesar y más y mejores predicciones meteorológicas y climáticas podremos hacer. Respecto a la predicción del tiempo, tenemos aún mucho margen de mejora en la predicción a muy corto plazo de fenómenos de pequeña escala y elevado impacto, mientras que a largo plazo, el reto es afinar mucho más en las predicciones estacionales, de manera que podamos anticipar las sequías o los períodos húmedos con suficiente antelación.
Respecto a las proyecciones climáticas, en lo que más se está invirtiendo ahora mismo es en los escenarios regionales y locales. Pasar de saber cómo se comportará la precipitación a finales de siglo en Europa Occidental o la región mediterránea, a precisar esa información para la cuenca de un río en particular o una determinada comarca o municipio. Bajar de escala no resulta sencillo, pero a medida de que dispongamos de superordenadores cada vez más potentes, podremos enfrentarnos a ese enorme reto.
Como última pregunta, una que nunca falta en las entrevistas de Al Filo de lo Improbable. ¿Hay alguna pregunta sobre el tema que nunca le hayan realizado y siempre ha querido responder? ¿Cuál es su respuesta?
¿Qué le diría a Donald Trump si tuviera la oportunidad de hablar con él?
Go out, Mr. Trump! Earth’s climate will thank you. (¡Váyase, Sr. Trump! El clima de la Tierra se lo agradecerá.)
Gracias por estar con nosotros y responder nuestras dudas.
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