Conversaciones Improbables: José Díaz (100 Días de Soledad)

José Díaz

Un hombre que se ha medido a la soledad y se ha unido a la naturaleza, ese es José Díaz, autor del documental “100 días de Soledad”, filmado en el Parque de Redes, Asturias en 2015.
Si unimos el medio, la calidad visual y la entrega tenemos un proyecto como el que nos ha brindado la oportunidad de ver José Díaz.

5 Imprescindibles
Lugar: Redes
Película: El diario de Noa
Libro: Walden
Alguien: Cualquier persona buena, por ejemplo Pepe Mujica
Montaña: cualquiera de las menos visitadas de mi tierra, Asturias

Bienvenido José,

Para la gente que no te conozca ¿Quién es José Díaz?

Una persona imperfecta que intenta vivir de una forma sencilla, humilde y sobria, y que está profundamente enamorada de su familia y de su tierra.

¿Qué motivos te llevaron a realizar este proyecto? ¿Y qué lecciones has sacado del mismo?

Lo hice, al igual que otros anteriores proyectos editoriales que he realizado en el mismo lugar, simplemente por ser feliz, por alimentar mi gran pasión: el estudio y disfrute de la naturaleza pura y salvaje.

He aprendido tantas cosas que me sería difícil no extenderme demasiado. Lo más importante es que la vida es mucho más sencilla de lo que pensamos, que lo material maquilla la felicidad, que la naturaleza casi siempre acompaña más que las personas, que nuestra vida no va por el mejor camino, que la maravillosa esencia del ser humano está desapareciendo, etc.

Al estar el proyecto centrado en dos puntos clave, la soledad y la filmación ¿Qué tuvo más peso en aquellos días?

Más peso la filmación, sin ninguna duda, llevaba alrededor de 120 kilos de material.

Bromas a parte, fueron dos puntos muy diferentes. La soledad casi nunca la sentí, aun pasando 100 días sin ver absolutamente a nadie. De todas formas, si no hubiese tenido que dedicar una media de 10 horas diarias a realizar la labor de filmación, entre preparación del material, desplazamientos, realización de miles de tomas, revisión, organización y archivado de las mismas, etc, me habría sentido más solo, seguramente. O al menos, habría sido más consciente de esa situación.

¿De todos los momentos que pasaste, cual tienes más marcado?

Si es por pena, la despedida de mi familia el día que empecé la experiencia. Por alegría, el día que me reencontré con ellos, 100 días después. Realmente fueron muchos los momentos que dejaron huella en mí.

Recuerdo bellos amaneceres y atardeceres, el sonido del viento acariciando los árboles y las cimas, las vibraciones del suelo generadas por los pasos de los animales acercándose a mí, los aullidos de los lobos rompiendo el silencio de la noche…

Redes, es tu lugar en el mundo ¿Podrías explicarnos que lo hace tan especial?

Paisajes inalterados en los que la huella humana, a la destructora me refiero, no tiene presencia. Ríos de aguas impolutas, bosques primigenios, animales totalmente salvajes, personas auténticas ya en peligro de extinción.

Jamás hubiese imaginado cuanto valor le confiere a este lugar la presencia humana, que ya es mínima. En Redes he conocido a algunas de las personas que más han alimentado mi alma y a las que nunca jamás olvidaré. Con ellas se irá el mayor patrimonio del lugar. Redes ya no será lo mismo sin ellas.

Valoras más el conocer y controlar un territorio cercano que el viajar a descubrir paisajes lejanos. ¿Qué nos aporta lo uno frente a lo otro?

Haber viajado bastante de joven es lo que ahora me hace disfrutar tanto de la inmobilidad, por llamarla de alguna forma. Creo que incluso me hace sentir mal ir buscando lo que tengo al lado de mi casa.

Realmente, ni en varias vidas enteras llegaría a conocer ni siquiera los alrededores de mi cabaña. Cada paseo, en función de la climatología, la luz, la estación, la hora del día, mi estado de ánimo, etc, es un paseo por un lugar diferente. Me entusiasma tener mi paraíso a una hora de mi casa.

Mirándolo también desde el punto de vista ecológico y del sentido común, me parece irracional que uno pueda viajar por unos pocos euros a Londres, por ejemplo. Viajar debería seguir siendo un artículo de lujo, así lo haríamos menos y disfrutaríamos más de ello. Si no, ¿quien paga el coste medioambiental que suponen las decenas de miles
de aviones o los cientos de millones de coches que se desplazan al día?

Hemos oído que tienes un nuevo proyecto en marcha ¿Qué nos puedes contar?

Será en el mismo lugar, realizado con la misma filosofía y formato que el anterior, pero en este caso no estaré solo. Me acompañarán, en once estancias de nueve días cada una, once personas de diferentes perfiles y muy especiales: una persona invidente, un refugiado, un enfermo terminal, un misionero, un aristócrata, un ex-presidiario, etc. Ellas serán los verdaderos protagonistas de mi próximo proyecto.

En la actualidad donde la sociedad está muy centrada en la vida urbana ¿Qué papel consideras que juega la montaña y la naturaleza?

La naturaleza es la base de la vida, sin ella no podríamos subsistir. Posiblemente nos demos cuenta de ello bastante tarde, espero que no demasiado. Creo que tenemos referencias suficientes a lo largo de la historia del ser humano, de civilizaciones tan inteligentes como la nuestra, si no más, que la respetaban, cuidaban y veneraban. La montaña es una parte mas de esa naturaleza, pero no la única, aunque sí una de las más impactantes y menos transitadas.

Con este documental pusiste en valor la vida rural, en un momento en el que cada vez vemos más despoblación. Desde tu punto de vista, ¿Existe alguna solución a este problema?

Con las políticas actuales, NO. Solo hay que pensar en que mundo vivimos, en el que nos miden y valoran en función de lo que consumimos.

Mi amiga Enedina, una persona de 92 años que vive en Caleao, un pueblo en pleno corazón de Redes, no ha consumido en su larga vida lo que un niño de 10 años en una ciudad. ¿Interesa a los actuales gobiernos conservar a esa gente? Creo que sobra la respuesta.

Lo de menos, para quienes nos gobiernan, es que se vaya con estas personas un patrimonio incalculable. La sabiduría que atesoran, sus principios y sus vidas sencillas, su sentido común…, quedarán solo en el recuerdo de los que tuvimos el gran privilegio de conocerlos.

Estas entrevistas siempre las acabamos con la misma pregunta ¿Hay alguna pregunta que nunca te hayan hecho y siempre has querido responder? ¿Cuál es su respuesta?

La verdad es que no se me ocurre ninguna. Otra cosa sería lo contrario, en cuyo caso si habría cientos de preguntas de las que me gustaría obtener alguna respuesta.

Gracias por acercarte a este cobijo montañero, un placer tenerte en Al Filo de lo Improbable.


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4 comentarios en “Conversaciones Improbables: José Díaz (100 Días de Soledad)”

  1. La peli me encantó, de hecho la he visto dos veces y se la he recomendado a todo mi entorno. Muy buena la entrevista de hombre de Naturaleza a hombre de Naturaleza.

    1. Muchas gracias Marisa!

      El documental es genial, con algún punto conflictivo, pero a mi también me encantó. Creo que lo veré algún otro día. Y José es muy cercano, tiene pinta de ser una gran persona!

        1. Buenas José,

          Al principio ponéis que hay un respeto máximo por la naturaleza y hay alguna escena en la que se molesta a la fauna (tomas de dron con los rebecos y sobre todo la de los cárabos con la pértiga y la Gopro).

          Es un pequeño punto a mejorar aunque como digo el documental es una maravilla, mi enhorabuena, y a la espera del siguiente proyecto estoy!

          Saludos!

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