¿En cuántos eventos o lugares con mucha gente habéis estado? Seguramente seáis fotógrafos, aficionados o aunque no lo seáis lo habéis podido experimentar.
Habéis visto a alguien con una cámara que se mete delante de todo el mundo tapando la visión de lo que está sucediendo al resto de la gente. Eso cuando no hay demasiados fotógrafos que se inmiscuyen donde no deben.
Hoy en Conversaciones Improbables hablamos sobre si tener una cámara nos da permiso sobre el resto de las personas.
Antiguamente cuando estabas en un evento había un fotógrafo o pocos de ellos cubriendo el mismo, pero desde el boom de las cámaras digitales cada vez más personas tienen aparatos de gran calidad. Algo que no es negativo de por sí, pero que tiene una parte que sí.
He estado en multitud de eventos, y por mencionar algunos hablaremos de las mascaradas o carnavales tradicionales u otros eventos rurales similares, en todos ellos hay una tónica que se suele repetir: Hay más gente con cámaras que gente disfrutando de lo que realmente está pasando.
Si miramos la tipología de fotógrafo, alguno será profesional y estará cubriendo el evento para algún medio o para la organización. Algún otro será fotógrafo aficionado y otros tendrán una cámara que posiblemente sepan utilizar de forma automática.
No voy a decir que yo no haya molestado en algún momento a la gente, si además cuentas que mido casi dos metros, pues es fácil que moleste a los demás. Pero suelo ponerme en primera fila, porque como el resto quiero tener la mejor foto. Aunque salvando las formas, yo suelo permanecer agachado y quieto.
Lo que más me molesta es cuando la organización pone un límite para que la gente no entre y a muchos tener una cámara en la mano parece que les da permiso frente a los demás y pueden entrar y molestar tanto a los que actúan como a los que están mirando.
Otro punto que suelo tolerar poco es cuando algún fotógrafo pide a alguien que esta participando en el evento que se ponga a posar y lo saca completamente del contexto en el que esta sucediendo, apartándolo del resto. Este tipo de actos interfieren en el evento y sobre todo cuando esto sucede cada poco tiempo…
Si a todo esto le unimos que ahora todo el mundo tiene un móvil y quiere alimentar las redes sociales pues sumamos todavía a más gente mirando a través de un dispositivo en vez de admirar lo que tiene delante.
Esto es algo que hace tiempo que he cambiado, y que si no fuese por esta web, el cambio hubiese sido más radical. Cada vez hago menos fotografías y disfruto más de lo que veo, ya que las fotos son recuerdos, pero una vez las hemos hecho permanecen en los discos duros y rara vez los sacamos, en cambio los recuerdos que tenemos en la cabeza siempre afloran en el futuro.
Como en todos los puntos de la vida y en esta sociedad lo que falta es respeto, y sobre todo un poco de cabeza, yo en este aspecto seguiré actuando de la misma manera, estando en primera fila pero sin molestar ni inmiscuirme en lo que está pasando, porque no soy parte de ello y por eso mismo no debo influir en el acontecimiento y seguiré increpando a los fotógrafos o gente con móvil que lo haga aunque se piensen que tienen más derecho que los demás y me miren de mala forma.
Al Filo de lo Improbable: Facebook, Twitter, Instagram, Youtube, Email, Wikiloc, RSS
Totalmente de acuerdo. Es de agradecer unas reflexiones como la tuya desde fuera. Los que estamos dentro del evento, «sufrimos» todo lo que dices en tu comentario. Es más a mi me molesta muchísimo que me manden parar para hacer una foto. Muchas Gracias
En mi opinión creo que entre todos, organizadores, aficionados y profesionales deberíamos de construir unas pautas desde el respeto y entre todos cumplirlas, y a quien no lo haga hacérselo ver, porque a la larga será mejor para todos.