
Siempre buscamos una lugar impresionante y planificamos las salidas para tener la oportunidad de realizar una magnifica fotografía. Pero no tenemos porque planificar todo, solo necesitamos salir con nuestra cámara.
Un ejemplo de ello es la siguiente fotografía, realizada desde los acantilados de la playa de Langre a un atardecer sin haberlo planificado. Un amigo me invitó a ir a pescar y como a mi no me llama esa afición le acompañe pero me llevé la cámara encima y por casualidad salió esta fotografía.
