Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz: Parque de Salburua

Tras unas cuantas entradas en este especial, en el que hemos visitado los parques de Zadorra, Olarizu y Zabalgana, llegamos al que es el Parque por excelencia del Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz que como vimos no hace mucho alberga el Centro de Interpretación de Ataria, el parque de Salburua.

Un parque que recientemente ha sido declarado como Zona Especial de Conservación y Zona de Especial de Protección para las Aves dentro de la Red Natura 2000, donde podremos disfrutar tanto de un grato paseo como de la tranquila observación de aves en los miradores de las balsas.

Fue antes de 1857 cuando los humedales tenían todo su esplendor con las lagunas de Betoño, Larregana y Arcaute, que destacaban tanto los robledales como la fauna de la zona. Pero en dicho año se comenzó a desecar la lagunas y talar los árboles para convertirla en campos de cultivo. Y antes de ponerse con los trabajos de recuperación llego a quedar una mínima parte de su superficie húmeda en la balsa de Betoño.

Los humedales de Salburua se llenan en parte por el agua de los ríos de la zona, también por el acuífero cuaternario sobre el que se asienta (una enorme bolsa de agua que se extiende por la llanada).

Una de las acciones que realiza dicho parque es la defensa contra inundaciones en la ciudad, gracias a las lagunas.

Cabe destacar la flora acuática de las lagunas especialmente la espadilla y la fauna silvestre, aunque también hay una manada de ciervos que sirven para controlar la vegetación. Entre las especies importantes destaca la rana ágil o el visón europeo.

La primera de las balsas en ser recuperada en este conjunto, con gran vegetación lagunar, situada en el extremo occidental del parque y siendo la que linda con la ciudad.

Destaca en su entorno la gran chopera plantada tiempo atrás y que debido al porte de los ejemplares se decidió mantener. Actualmente dichos ejemplares se están reemplazando por robles para crear un robledal isla.

Son un lugar de esparcimiento y relax del parque utilizadas por muchos vitorianos. En ellas encontraremos a gente practicando diversos deportes y también podremos coincidir con uno de los muchos eventos que se organizan en estas praderas.

En la entrada se sitúan las grandes letras de Salburua que dan la bienvenida al parque.

Dichos observatorios llamados “Las Zumas” y “Los fresnos”, son pequeños cubículos de madera situados en lugares panorámicos y dotados de elementos para la identificación de aves.

También destaca el robledal isla que se conserva en la parte norte de dicha balsa y que da cobijo a multitud de fauna. Dicha balsa esta rodeada por una valla que alberga también las praderas inundables por las que pastan libremente los ciervos anteriormente citados.

Para completar el conjunto de lagunas tenemos las balsas de Larregana y Duranzarra, de menor tamaño que sus vecinas. La de Duranzarra se sitúa entre la de Betoño y Arkaute y sirve de enlace entre ambas.

La balsa de Larregaña se sitúa al norte del complejo rodeada por todos los arroyos de la zona.